Nada como ir juntos a la par -

Hoy fue mi último día en cuarto año. Por ahora no pasé a quinto, me llevé tres materias pero las puedo rendir tranqui, son fáciles y me las llevé porque este último trimestre fui lo más vaga del mundo.

La verdad que este año fue malísimo para mí y todos mis compañeros en cuanto a la convivencia y los tratos. Hubo tolerancia cero, peleas incontables, una constante agresión, un TODOS contra TODOS que nunca terminaba. Pero creo considerar que hoy dentro de todo las cosas terminaron "mejor". Jugamos todos juntos un quemado, nos sacamos la típica foto grupal y dentro de todo pudimos arreglar qué onda con los buzos de egresados.

Ese curso, mi curso, si bien a veces creo que son todos una mierda y no veo la hora de llegar a quinto así cuando terminamos no le veo más la cara a nadie, sé que está lleno de buena gente. Buenas personas, con muchos valores para destacar. Cuesta mucho lograr que nos pongamos de acuerdo con algo. Cuesta mucho hacer que nos callemos. Cuesta mucho que todos nos llevemos bien y no nos peleemos constantemente. Cuesta, pero creo que no puede ser inalcanzable.

Todas las personalidades de ahí adentro son súmamente fuertes, espontáneas y bruscas. Nadie se calla nada, todos nos quejamos del otro y nunca miramos el error propio. Eso es lo que hay que cambiar.

Pudimos convivir tres años sin ningún problema entre nosotros, ¿por qué justo en cuarto donde más unidos tenemos que estar para poder organizar la fiesta, Bariloche y el buzo, nos dividimos al cien por cien? Ya es muy notoria la diferencia de grupos. Están las rollingas, los que repitieron (son tres, más buenos que el pan y encima me hacen cagar de risa pero por su culpa me llevo materias hoy en día JAJAJA los quiero!), los que joden todo el tiempo, los que tienen su bandita de rock, las ñoñas, las que chusmean todo el día y hablan de todos sin parar, las parejitas...Creo que es un curso bastante normal dentro de lo anormal, no me quejo. Siempre me llevé bien con todos hasta que este año derrapamos por completo.

Nos hace falta presión, una buena dosis de disciplina para calmarnos un toque y volver a ser lo que éramos antes. Dejar los prejuicios de lado, obviar las malas contestaciones, no hablar mal del otro (tampoco ir de frente completamente ayuda mucho, hay que saber medirse) y empezar a respetar las opiniones ajenas: admitir que cada uno no es dueño de su propia verdad, que personalmente no tenemos la razón porque si hay algo que nos cuesta, es admitir que nos equivocamos y cambiar las malas actitudes.

Tengamos un buen quinto año, todos juntos, si bien nos vamos a Bariloche separados, aprovechar todo lo otro: festejos, fiesta, chombas, buzos. Es tan lindo, no lo perdamos por estas peleas que nos hacen alejar. Somos muy capaces de dar más, podemos más y tenemos que dar más.

En cuanto a mí particularmente, creo haber echo muchas cosas mal en 4°BOC, espero de a poquito seguir remediando algún que otro daño que causé, por suerte ahora se pudieron dar cuenta todos que yo no era la equivocada, que yo no mentía, que yo no exageraba. Gracias a los que siempre estuvieron y fueron fieles a mí y no se dejaron guiar por gente de afuera.

Y como dice Calamaro: “Vivir así no es vivir: esperando y esperando porque vivir es jugar y yo quiero seguir jugando”. Juguemos juntos, vivamos esta etapa hermosa que nos queda, nuestro último año juntos si es que todos pasamos. Quiero jugar en esta secundaria sólo si siguen ustedes ahí.

A disfrutar tres meses de vacaciones y a descansar de nosotros, que un poco de distancia nos va a hacer bien.

¡Los quiero! (un poco, tampoco escatimen)