Todo tiene un final, todo termina -

Me propuse no pensar. Me propuse hacer la mía por más que cueste. Me propuse volver a ese cariño propio que yo sentía por mí y vos hiciste desvanecer. Intento autoconvencerme que ya fuiste, que solamente me queda algo de atracción nada más que física y ya no sos tan maravilloso como creí que eras. Tampoco voy a seguir estando pendiente de vos, de cada paso que das, de cada cosa que hacés. No, basta. Primero por mí y después por vos, que te des cuenta que no estás haciendo las cosas bien. Ya no va más este jueguito de "hacemos pero no hacemos", "estamos pero no estamos". Basta. Está bueno a veces quererse un poco y darse cuenta que fuiste una boluda todo un año entero (casi dos para mí) donde nada más para él eras "la segunda" mientras que en mi vida siempre fue "el primero".

Siempre hay que hablar cuando vos querés, boludear cuando vos querés y estar cuando vos querés. Y yo, cual arrastrada, te sigo la corriente porque me podés mas de lo que cualquiera puede imaginar.

Loco, ¿qué onda? Si yo siempre me tuve respeto a mí misma, siempre me quise y nunca permití que nadie me pise la cabeza. ¿Por qué vos, justo vos, venís a partirme la bujía de esta manera?

Si nunca te soporté, nunca me caíste bien, nunca te tuve el más mínimo afecto. ¿Por qué tuviste que dejarte conocer, abrirte a mí y querer enseñarme tantas cosas que fueron en vano ahora que lo pieno? No lo tendrías que haber echo, no...Todo sería tan fácil si cada mañana que te veo en el colegio yo no sintiera ni un ápice de afecto por vos, que esa atracción emocional y sexual que me provocás cada vez que me hablás, me abrazás o te acercás a mí se desvanezca por completo. SERÍA TAN FÁCIL, querido...

Pero no. Sabés lo hermoso, valioso e importante que sos para mí y te aprovechás de todo eso para dominarme como quieras (de buena manera, claro, claro) Y yo obviamente, siempre estoy ahí. Siempre disponible para vos, siempre alerta a que me hables, siempre pensando en "¿qué hice mal?" si me contestás cortado o directamente no me hablás. Siempre esperando tu ventanita titilando en el msn o en el chat de facebook pero ya no pasa...no pasa.

Yo no era así. A mí nunca me importó TANTO una persona. Es una obsesión, ya no creo que sea normal: estoy intratable, inaguantable y cuando me doy cuenta (como ahora) es que te quiero mandar a la reverendísima mierda.

No sé cómo todavía no lo hice...¿será que te quiero más de lo que pienso? Qué porquería, si yo nunca me enamoré, justo con vos me tiene que pasar esto que sos tan vos, tan único, tan perfectito.

Estoy enamorada de todo su ÉL. De sus ojos verdes que se ponen achinaditos cuando se ríe, de su nariz tan perfecta, sus pequitas (me matan), sus manos suaves que cada vez que me abrazan siento que no existe otra cosa más que él y yo. Su pancita, donde me acosté y escuché su respiración más de una vez y extraño hacerlo...

No, basta. Dije que lo iba a olvidar, que no lo iba a pensar, que como todos los otros, él iba a ser "uno más".

Me cuesta no soñarlo, no pensarlo, no sentirlo, no tocarlo, no quererlo, no desearlo, no necesitarlo.

Por suerte, en dos días terminan las clases y no lo voy a ver por un tiempo largo. Tres meses creo que es justo lo que ambos necesitamos para que se vaya toda esta "pasión" que está tan oculta. "Tú en tu sitio, yo en el mío" Arjona querido, cuánta razón tenés pero no es tan fácil de aplicarlo a la vida cotidiana. Voy a intentar, me prometí probar olvidarlo y sé que lo voy a lograr: cuando tengo un objetivo en mi cabeza no paro.

Por suerte tengo amigos que me van a ayudar a no pensarte, así que voy a poder.

En cuanto a vos, si leés esto...sí, sabés que hablo de vos. No me voy a olvidar de las pequeñas cosas que pasamos juntos, fueron especiales para mí. Me quisiste "avivar", gracias, lo valoro. Pero ya está.

Todo cumple su ciclo...y acá terminó nuestra temporada.