Lejos estamos mejor -

Te extraño. Volvé. Te necesito.

¿Te extraño?

¿Volvé?

¿Te necesito?

Mi corazón dice que sí pero mi mente me juega otra vez una mala pasada y me obliga a sentir que tengo que aprender a convivir sin tu presencia, sin tu voz, sin tu vos. Tranquila y en paz pude convivir largos quince años de mi vida, hasta que te conocí. Entonces no creo necesitarte mis próximos años de vida si tan bien pude vivir sin conocerte.

Mejor dicho, sí te conocía…pero eras uno más. Uno más de mi vida que no era el principal motivo de charla con mis amigas o mi vieja.

De a poquito te fuiste acercando a mí, cada vez te iba sintiendo más adentro de mí hasta ahora que no podés salir. O no te puedo sacar. O no quiero.

No quiero. Ese es mi gran dilema. Sé que puedo borrarte por completo de mi corazón, el tema es que no sé si de verdad deseo hacerlo. Cada día que transcurre necesito más escucharte, sentirte, hablarte, quererte, soñarte

Ya no sueño con vos al dormir. Algo se apagó. Esa vívida pasión que yo sentía se está desvaneciendo al no verte. Ya pasó un mes de la última vez que lo hice y cada vez que pongo algún video o grabación, siento que tu voz no la conozco, que sos un completo extraño.

Hace veinte días que no entro a tu facebook, que no leo nuestras conversaciones…Enterarme de ciertas cosas me rompió el corazón en veinte mil pedacitos de cristal que no se va a volver a unir para vos.

Apareciste seguido, sí. Desde lejos me mandaste un mensaje privado diciéndome que te acordabas de mí por algo que viste y eso me hizo amarte tanto otra vez…pero esa sensación de cariño se fue por completo a las pocas horas.

Ya no sé si siento o quiero sentir lo mismo de antes.

Ya no sé si sufro o quiero seguir sufriendo por vos.

Ya no sé si te merecés todo lo que hago por vos, todo lo que te pienso.

Ya no sé si de verdad pensás en mí o fue un chamuyo constante para lograr tenerme a tus pies (¡Bravo! Lo conseguiste, lindo)

Y ahora estás a 350 kilómetros de distancia y no sé dónde andarás, qué estarás haciendo, con cuántas pibas habrás estado, cuánto habrás madurado, cuánto me estarás pensando…¿me estarás pensando? Qué ingenua soy, por favor.

Espero que apenas llegues, en esa semana que nos queda para hablar o vernos antes de que me vaya, te des cuenta de que este mes que no estuviste presente, seguí haciendo cosas por vos. Seguí haciéndote favores, seguí moviéndome para que no te quedes sin ciertas cosas que yo no tendría por qué preocuparme y lo hago porque te quiero, porque te adoro y porque sos el único en quien pienso cuando me levanto, cuando vivo, cuando estoy y cuando duermo.

Los demás que digan lo que quieran, ya no me interesa si saben quién sos o no porque lo que siento está trascendiendo todas esas barreras.

Ojalá algún día reconozcas y valores de verdad todas las cosas que hice por vos.

Mantengámonos así, distanciados, separados. Te extraño muchísimo y me hacés mucha falta pero creo que me merezco no tenerte mas, merezco que ya no seas parte de mis pensamientos las 24 horas del día.

Tengo que aceptar que no soy tu prioridad y respeto eso.

Siempre pero siempre te voy a querer…siempre, siempre.